Somos un movimiento dentro de la Iglesia católica, abierto a todas las personas que conforman el Pueblo Santo de Dios. Seguimos a Jesús, Sacerdote y Víctima, contemplativo y solidario.
Vivimos la Espiritualidad de la Cruz, que nos lanza a promover relaciones fraternas y nos compromete con la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
NUESTRAS FUENTES
Concepción Cabrera de Armida
Monseñor Ramón Ibarra y González


P. Félix de Jesús Rougier M.Sp.S.


Nos formamos en todas las dimensiones de la persona para promover la madurez cristiana y poder responder a los desafíos de la Iglesia y del mundo.
Promovemos la solidaridad y la vivencia comunitaria.
Ofrecemos nuestra vida y servicio en favor del crecimiento de los miembros de la Iglesia.
Iluminamos con la experiencia de Dios las situaciones de sufrimiento para darle un valor salvífico.
Amor
Pureza
Sacrificio
MISIÓN
VALORES
“Sin yo pretenderlo ni esperarlo, se comenzaron a multiplicar las ocasiones en que se me presentaba esta cruz, durante dos meses o más, al grado de que ya no sólo en la oración, sino que a muchas horas del día y de la noche, en donde quiera, y aún en medio de mis ocupaciones, aquella cruz me salía al encuentro”. -Concepción Cabrera
NUESTRO COMPROMISO
Seguir a Jesucristo Sacerdote y Víctima, contemplativo y solidario.
Cumplir con amor a la voluntad del Padre.
Ser dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo.
Abrazar por amor la cruz de cada día, comenzando por realizar evangélicamente los deberes de estado.
Ofrecer a Jesucristo y ofrecernos en su unión en todas las realidades de la vida.
Ofrecer la misa y comunión por los sacerdotes y las vocaciones.
Dar testimonio de la fe y transmitir el Evangelio.
Comprometernos a construir un mundo más justo y digno.
Extender el reinado del Espíritu Santo construyendo pueblo sacerdotal, en unión con la Virgen María y a ejemplo de ella.





